Vrboska es una pequeña ciudad mágica de la isla de Hvar, única no sólo por su arquitectura, sino también por su especial asentamiento. Vrboska está escondido en lo profundo de la bahía y por lo tanto está protegido del mar temperamental y vientos juguetones. En medio de esa bahía hay una pequeña isla, que está conectada con el resto de la ciudad por puentes, igual que en Venecia, y ésa es la razón por la que Vrboska recibe el nombre de Pequeña Venecia. Las calles son tan serpenteantes y misteriosas, que te saturarán con sus historias para que puedas detectar su historia in situ. Verá que cada casa del casco antiguo tiene su propio pasado románico, gótico o barroco y todo ello está entre paréntesis en la tradición pesquera de este lugar. Esta tradición se puede ver bien en el Museo de la Pesca, que tiene todo el equipo de pesca y el resto de la antigua fábrica de pescado en su colección. Junto al museo hay una casa de pesca improvisada, que deja al espectador con la imagen completa de la dura vida de los antiguos pescadores y agricultores. El milagro de la arquitectura en este pequeño lugar también se puede ver en el número de iglesias que dominan en esta parte de Hvar.
La oferta turística de este lugar tiene una larga y exitosa tradición. Alojamiento privado de calidad, concretamente apartamentos con agradables anfitriones, comida isleña sabrosa y saludable, vino famoso, aceite de oliva y especias aromáticas.
Interesante es también la oferta nudista de Vrboska con la pequeña isla nudista y el campamento. Y otra cosa por la que Vrboska es famosa son sus playas, divinas e inolvidables.