Si ha alquilado un alojamiento en Drace en la península de Peljesac, puede elegir entre un gran número de playas de cuento de hadas, las que dan a la isla Mljet o frente a tierra firme con paisajes de la misma fascinante belleza. Sin embargo, no tiene que ir muy lejos para posar su exaltado cuerpo en un cálido abrazo de guijarros. La playa de Drace se encuentra al final del lugar y se llega fácilmente a pie por la carretera principal en compañía de raros pinos. La playa es larga y tranquila, apacible y social, relajante y alegre, ofrece un mar limpio y un placer inolvidable con el mistral y el canto de los grillos. La suave entrada al mar es apta para nadadores de todas las edades y diferentes niveles de destreza. Lleve protección solar, ya que en la playa del Drace no hay sombra. Deje los cafés y bares para la noche y disfrute de los sonidos del Mediterráneo y de los poderes curativos de la playa del Drace, la playa que rejuvenece cuerpo y alma.
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