Ha alquilado un apartamento, una habitación o una casa de vacaciones en Podaca o sus alrededores. Se pregunta dónde dejar la toalla y enterrar los pies en la arena. No tiene que tirar muy lejos, la playa de Podaca se extiende a lo largo de todo el lugar, a medio kilómetro de costa aproximadamente. Larga franja de guijarros, enmarcada por verdes palmeras, pinos y adelfas en flor de tono rosa veraniego, que aportan turbulencia al equilibrio del azul celestial del cielo y el mar. El tiempo deja de fluir aquí y el placer empieza a correr por sus venas, por su completa entrega a la belleza eterna del mar Adriático. Venga a pie, en bicicleta, en coche o en barco, quédese aquí porque ya no tendrá necesidad de nada terrenal. La playa está amueblada de forma sencilla, sólo duchas, bancos y cubos de basura, pero no tendrá que arrastrar puntales porque la vegetación mediterránea proporciona abundante sombra y descanso con un arrullo de grillos. Puede refrescarse en un restaurante o cafetería cercanos, aparcar en algún lugar de la carretera porque no hay aparcamiento vigilado. La poca profundidad de la entrada garantiza la seguridad de los bañistas más jóvenes e inexpertos, por lo que la playa de Podaca está bastante concurrida en verano. Visítela en primavera u otoño y disfrute de románticos paseos al atardecer o de la juguetona brisa de la tarde.
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