Nerežišća es un pequeño y pintoresco pueblo situado en la isla de Brač, en el centro de la isla, entre Supetar y Pučišća. Este pueblo tradicional dálmata tiene unos 860 habitantes y es conocido por su piedra, que se utiliza en la construcción en todo el mundo. En el mismo centro del pueblo se encuentra la iglesia parroquial de San Pedro, que data del siglo XVI, y el pueblo y sus alrededores cuentan con unos 15 objetos sacros. El edificio más representativo es el palacio del príncipe, junto con casas de destacadas familias de Brač y numerosos ejemplos de arquitectura tradicional dálmata en piedra que, en conjunto, crean una atmósfera inolvidable y de cuento de hadas.
Buscaremos alojamiento en Nerežišća en una de estas casas con terraza sombreada bajo la que se extiende la buganvilla rosa.
Nerežišća está rodeada de olivares, viñedos y huertos, con un bosque sobre el pueblo ideal para practicar senderismo y montañismo. La playa cercana a
Nerežišća está a 10 km y ofrece mar cristalino y naturaleza virgen.
El pueblo cuenta con varios restaurantes y tabernas donde degustar la comida y el vino locales, y destaca especialmente la producción de aceitunas y aceite de oliva. Nerežišća también acoge un programa cultural y de entretenimiento estival, con diversos eventos como conciertos y fiestas tradicionales, lo que lo convierte en un destino ideal para unas vacaciones en familia o unas tranquilas vacaciones en un auténtico entorno dálmata. En Nerežišća hubo una vez una fábrica de caramelos y chicles, por lo que los recuerdos de muchas infancias croatas están coloreados con los sabores de Kvabon y Helf de Nerežišća.