Museo de coral Zlarin

Museo del Coral de Zlarinka o el Centro del Coral de Zlarinka es un recuerdo de la diligencia de los isleños en las duras condiciones de vida y del maravilloso esplendor del mundo marino croata. La historia del buceo y el procesamiento del coral se remonta al siglo XIII, cuando los zlarinenses descubrieron el tesoro rojo alrededor de su isla. En nuestro mundo submarino hay unas cincuenta especies de coral, y la más famosa es el coral rojo del género Corallium rubrum. A los corales les encanta el mar claro con fuertes corrientes que traen el plancton del que se alimentan. Se creía que el coral era una flor que se petrificaba al sacarla del mar, hasta que en el siglo XVIII los científicos descubrieron por fin que se trata de un animal que habita los arrecifes submarinos en colonias y que crece lentamente: sólo unos milímetros al año. El lento crecimiento es la causa de que la cría de coral no sea rentable, pero también de su despoblación, por lo que las capturas disminuyen y el valor del coral aumenta. Hoy en día, sólo siete personas tienen licencia para la caza de coral en Croacia, y ninguna es de Zlarin. Sin embargo, Zlarin cuenta con un Museo del Coral y pronto está previsto abrir aquí un centro del coral - el coral ha significado la vida para Zlarin y ha sido el producto de exportación más importante de Zlarin desde siempre. Aunque no hay ningún cazador de coral en la isla, sí hay un maestro del procesamiento del coral, por lo que puede ser testigo de la destreza de la artesanía del coral y comprar aquí joyas únicas. El horario del museo está dividido, así que puede ir por la calle Niz Bebana después de un café matutino o cuando apriete el calor veraniego si ha alquilado un apartamento, habitación o casa de vacaciones en Zlarin. El espacio del museo es pequeño, pero está dispuesto de forma circular para guiarle a través de los siglos de tradición coralina y cultura de la vida en Zlarin. Hubo un tiempo en que los corales se multiplicaban a poca profundidad, entre 30 y 50 metros por debajo de la superficie, y los zlarinenses buceaban en busca de ellos. Utilizaban el Inženj o la Cruz de Andrés, cuya interesante forma y función se advierten nada más entrar en el Museo. Además de los rojos, han cazado corales azules y blancos, pero éstos nunca alcanzaron el valor del primero. Es interesante que el coral rojo se vuelva blanco a temperaturas más altas sin cambiar sus propiedades ni su forma. Por eso se regalan pulseras de coral a los niños, para que podamos darnos cuenta inmediatamente si el bebé tiene fiebre. De las altas temperaturas de los días de verano, puede refugiarse entre los muros de piedra del Museo del Coral, y encontrar más información al respecto en la Oficina de Turismo de Zlarin.