Knin es otra de las ciudades del interior de Croacia, por la que solemos pasar sin detenernos, aunque somos conscientes de la intensa historia y el rico patrimonio cultural que posee. Knin se encuentra en el corazón del condado de Šibenik-Knin y está rodeada por la riqueza natural y la belleza poco convencional del paisaje. La escalada en Dinara comienza 15 km más adelante, y es la montaña con el pico más alto de la República de Croacia, y en las cercanías de la ciudad se encuentra Krčić, el nacimiento del río Krka que nos ha dado uno de nuestros parques nacionales más bellos. Knin está a 56 kilómetros de Šibenik, a 100 kilómetros de Split, a pocos kilómetros menos de Zadar y a 273 kilómetros de Zagreb. Debido a ello, Knin siempre ha sido un importante centro de tráfico en Dalmacia Central. Testigo de su importancia histórica es la fortaleza en la colina de Spas, que se eleva sobre Knin y es la segunda fortaleza conservada más importante de este tipo en Europa. La fortaleza de Knin es un símbolo de la ciudad, fue construida sobre las ruinas de un edificio romano en el siglo X, cuando se mencionó por primera vez la ciudad de Knin. Desde entonces, ha sido reconstruida varias veces y se ha construido para alcanzar su aspecto final en el siglo XVIII. La fortaleza ha defendido y preservado a la nación y a los reyes de los primeros estados croatas durante siglos, por lo que la ciudad de Knin se llama la «Ciudad Real» incluso hoy en día. La fortaleza de Knin es también un símbolo de la resistencia de la Guerra de la Patria, ya que Knin estuvo ocupada desde 1991 hasta 1995, cuando fue finalmente liberada en la Operación Tormenta. Desde entonces, la ciudad avanza constantemente en la lucha por la reconstrucción de su antiguo esplendor. Aunque el turismo no es la principal rama económica, podemos encontrar alojamiento en Knin y sus alrededores en casas particulares y granjas, y Knin ofrece una serie de delicias culturales, históricas y gastronómicas. Knin tiene más de 10 000 habitantes, mientras que en los pueblos de los alrededores podemos reunir otros 5000. La zona es perfecta para explorar y estudiar la agitada vida del interior de Dalmacia. Monasterios, iglesias, restos de fortalezas y campamentos romanos son el escenario perfecto para disfrutar de los encantos de la piedra y las tallas, un paisaje que nunca florece, pero que ha producido frutos bajo las manos de caballeros pastores y agricultores. Esta región es conocida por sus sabrosos vinos fuertes, quesos aromáticos, razas de ganado de fragante perlas en escarpados barrancos cubiertos de hierbas mediterráneas y productos cárnicos secados por los fuertes vientos de Dinara, y aquí pensamos especialmente en la tradición del procesamiento del prosciutto. Quédese en Knin y visítela a pie o en bicicleta, visítela en septiembre o abril, cuando la ciudad se abre como un capullo y comienza a revelar sus tesoros, guardados durante siglos solo para sus papilas gustativas y creados para sorprender a todos sus sentidos.