Fortaleza de Pag es el primer vestigio del turbulento pasado de la isla que encontramos al llegar al puente de Pag. Las ruinas de un fuerte que en su día significó la supervivencia en la isla se divisan a la izquierda del puente. Pag siempre ha sido encrucijada de importantes rutas marítimas, y los barcos mercantes han estado expuestos a frecuentes ataques piratas. La fortaleza se construyó en el acantilado más meridional de la isla en el siglo XVII para hacer más segura la navegación. Con unas dimensiones de unos 8 x 8 metros, la enorme Fortica albergaba soldados y observadores que, entre otras cosas, se encargaban de impedir el comercio ilegal. Si ha alquilado un alojamiento en Pag, puede caminar hasta Fortica desde Dinjiška, que está a 7 kilómetros, y ver sus imponentes restos tallados en piedra.