Esponja de buceo Krapanj

Si ha alquilado un apartamento cerca de la ciudad de Sibenik o Vodice, o un alojamiento en Brodarica, sólo necesitará unos minutos de viaje en barco para llegar a Krapanj. Esta isla, la más pequeña y baja de Croacia, cuenta con la mayor tradición de buceo con esponjas de Croacia, unos 300 años. No se puede llegar hasta aquí en coche, pero se puede encontrar aparcamiento en Brodarica, y luego encontrar fácilmente transporte hasta este trozo de tierra y paraíso de las esponjas. En una conversación con los antiguos habitantes de Krapanj se enterará de que fue el padre Antun Greek, de Creta, quien les enseñó a cazar esponjas a principios del siglo XVIII, precisamente en 1704, cuando trajo a la isla los conocimientos sobre la elaboración de esponjas. Antes las esponjas se cazaban con arpones desde el muelle de los barcos, pero hoy en día es difícil encontrar cazadores de esponjas tan hábiles. Los cazadores de esponjas modernos son buceadores expertos que pueden detectar una esponja a simple vista en el duro fondo marino de la costa. En 1911, 6 submarinistas, 6 aparatos de buceo y 30 barcos formaron una asociación de buceo con esponjas. En 1947 fundaron la empresa «Spuzvara», que ha desarrollado y, con mayor o menor éxito, excavado y procesado esponjas durante décadas. Los cazadores de esponjas de esta isla son también los buceadores más capaces y físicamente resistentes de todo el mundo. Pasan de 3 a 8 horas en el mar cada día, realizando un duro trabajo físico.
Las esponjas naturales procesadas de la isla Krapanj son muy respetadas en todo el mundo, por lo que, en cualquier caso, pase a visitar esta isla y obtenga su valioso y muy inusual regalo del Mar Adriático.